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4. Asistencia humanitaria internacional
La llegada de grandes cantidades de ayuda humanitaria a un país afectado por un desastre de gran escala constituye un desafío enorme, en especial si no se siguen los procedimientos y los principios básicos. Tanto los gobiernos como las agencias humanitarias han reconocido este problema y han analizado las lecciones aprendidas de los desastres pasados con el objetivo de mejorar el costo-efectividad de esta ayuda.
4.1. Principios y estándares
La comunidad internacional (donantes, agencias de cooperación internacionales y ONG) ha trabajado intensamente para acordar y divulgar los principios, estándares y guías técnicas, y para documentar las buenas y malas prácticas para orientar la asistencia humanitaria y las donaciones. Lo que sigue es un resumen de algunas de estas iniciativas.
- El Código de Conducta del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las ONG para la Ayuda en los Desastres (aprobado en 1995) fue el primer paso para definir y clarificar aclarar algunos principios éticos del trabajo humanitario.
- Los Estándares ESFERA (publicados en 1997 por un grupo de ONG humanitarias y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja) es otro esfuerzo sólido entre agencias para definir las normas y mejorar la eficiencia y la coordinación en la respuesta humanitaria. Los estándares ESFERA detallan los estándares mínimos (salud, agua, refugio, etc.) a los que las personas afectadas por los desastres tienen derecho a esperar de la asistencia humanitaria.
4.2. Solicitar lo correcto, evitar lo incorrecto
La asistencia después de los desastres siempre será más efectiva si se tienen en cuenta ciertos principios básicos, para que el proceso favorezca y no retrase una respuesta y una recuperación rápidas para la población afectada.
- El objetivo de una buena donación es que responda a necesidades reales, tal y como lo solicite el recipiente.
- El país afectado también debe informar a los donantes sobre lo que no se necesita o se quiere. Esto es tan importante como especificar lo que se necesita.
- La ayuda de emergencia debe complementar, no duplicar, los pasos dados por el país afectado.
- Siempre que sea posible, son preferibles las donaciones de dinero. Esto permite comprar los bienes y servicios localmente, y ahorra tiempo y recursos logísticos asociados con el almacenamiento y el transporte.
- Los programas exitosos de asistencia toman en cuenta que la atención internacional disminuye a medida que las necesidades y la escasez aumentan.
- Siempre debe haber una estrecha comunicación entre los donantes y los recipientes, la comunicación será mucho más efectiva si los canales ya existen antes de la emergencia.
- Algunos materiales requieren especificaciones precisas. Al donar equipos médicos usados, equipos nuevos, tiendas y vacunas, es necesario obtener y proveer una documentación detallada de estos artículos.
- Familiarizarse con el uso del sistema de manejo de suministros humanitarios (como el LSS/SUMA), que promueve el manejo transparente y efectivo de las donaciones.
4.3. Alianzas para donaciones en especie
La llegada de grandes cantidades de donaciones a un país afectado por un desastre o una emergencia, representa un gran reto para los actores humanitarios en el momento de organizar y manejar estas ayudas –la cual puede ser relevante e importante para satisfacer las necesidades o puede constituir una carga adicional.
Los retos técnicos y logísticos involucrados se agravan cuando las donaciones son inapropiadas, se envían apresuradamente o no están acordes con las necesidades reales de la población afectada. (Luego de los terremotos de 2001 en El Salvador, aproximadamente, 37% de los medicamentos recibidos como donaciones eran inapropiados, a pesar de la lista de necesidades provista por el gobierno salvadoreño).