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En los escenarios de desastres se generan situaciones de demanda extraordinaria de servicios y recursos, al mismo tiempo que la afectación sobre los servicios básicos y los servicios de salud puede minar considerablemente las capacidades de respuesta de las instituciones y de la población misma, incrementando a la vez el riesgo sanitario de las personas afectadas.

El control y la reducción de las enfermedades dependen de una rápida detección para lo cual se requiere de un sistema de Vigilancia Epidemiológica en Emergencias y Desastres, mediante el cual se dará seguimiento continuo a cualquier tipo de evento en el territorio y permitirá establecer intervenciones oportunas.