4.1. Principios y estándares
La comunidad internacional (donantes, agencias de cooperación internacionales y ONG) ha trabajado intensamente para acordar y divulgar los principios, estándares y guías técnicas, y para documentar las buenas y malas prácticas para orientar la asistencia humanitaria y las donaciones. Lo que sigue es un resumen de algunas de estas iniciativas.
- El Código de Conducta del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las ONG para la Ayuda en los Desastres (aprobado en 1995) fue el primer paso para definir y clarificar aclarar algunos principios éticos del trabajo humanitario.
- Los Estándares ESFERA (publicados en 1997 por un grupo de ONG humanitarias y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja) es otro esfuerzo sólido entre agencias para definir las normas y mejorar la eficiencia y la coordinación en la respuesta humanitaria. Los estándares ESFERA detallan los estándares mínimos (salud, agua, refugio, etc.) a los que las personas afectadas por los desastres tienen derecho a esperar de la asistencia humanitaria.
- El Consenso Europeo para la Ayuda Humanitaria firmado el 18 de diciembre de 2007 por los presidentes de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Concejo de la Unión Europea en representación de sus 27 estados miembro. El Consenso define una visión común para la Unión Europea para el suministro de ayuda humanitaria en todo el mundo. Su objetivo es aumentar la coordinación y promover las buenas prácticas en relación con las donaciones, y definir claramente los distintos papeles de los cuerpos responsables de prestar la ayuda.
- La lista de los Principios y Buenas Prácticas para las Donaciones Humanitarias, aprobada en 2003 por los países miembro del Comité de Asistencia para el Desarrollo de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD) (Development Assistance Committee of the Organization for Economic Cooperation and Development), las agencias de las Naciones Unidas y las entidades internacionales no gubernamentales.
- Con un enfoque especial en la salud, la política regional establecida en 1986 por los Ministerios de Salud de América Latina y el Caribe en esos países para mejorar la coordinación de la asistencia humanitaria en el sector salud; la guía de la OPS/OMS “Asistencia Humanitaria en Situaciones de Desastre, una Guía para la Ayuda Efectiva”; el esfuerzo importante de la OMS, en colaboración con las principales agencias humanitarias, para publicar las “Guías para las Donaciones de Medicamentos” (Guidelines for Drug Donations); y el consorcio de ONG que promueven la buena práctica en las donaciones de medicamentos.
- La Asociación de Responsabilidad Humanitaria (HAP-International) (Humanitarian Accountability Partnership)es otra iniciativa internacional cuyo objetivo es promover los estándares y normas para medir la responsabilidad y la transparencia de la acción humanitaria, buscando siempre el mayor beneficio de la asistencia humanitaria para los afectados.
- Las Guías para el Uso de los Hospitales de Campo Extranjeros Después de los Desastres de Impacto Súbito de la Organización Mundial de la Salud/Organización Panamericana de la Salud, que recomienda que los hospitales de campo se desplieguen sólo: (a) después de una declaración de emergencia y la solicitud de las autoridades de salud del país afectado; (b) cuando estén integrados al sistema local de servicios de salud, y (c) cuando los papeles respectivos y las responsabilidades de su instalación y sostenimiento operacional se hayan definido claramente.
- La Lista Modelo de la OMS de Medicinas Esenciales (WHO Model List of Essential Medicines) presenta una lista de necesidades mínimas de medicamentos para un sistema de cuidado de la salud básico, enumerando las medicinas más apropiadas, seguras y costo-efectivas para condiciones prioritarias. Las condiciones prioritarias se escogen con base en la relevancia de la salud pública del momento y la estimada para el futuro, y su potencial de un tratamiento seguro y costo-efectivo.
Éstas y otras iniciativas muestran que se ha logrado un progreso sustancial para mejorar la asistencia humanitaria en tiempos de desastre.