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5.8. Continúa Intervención en salud con enfoque de género

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5.8.1. Género y registro en situaciones de emergencias

El registro de las personas afectadas es la base para determinar las necesidades de servicios de protección y asistencia para la población necesitada y planificar los programas de asistencia respectivos, por lo cual es sumamente importante el detalle de las características de la población, incluyendo sexo, edad, así como la cantidad y tipo de grupos con necesidades específicas.

Los sistemas de registro implementados deben garantizar que tanto las mujeres como los hombres tengan las mismas posibilidades de registrarse individualmente y de obtener documentación individual. El Manual sobre cuestiones de género en la acción humanitaria del IASC desglosa los procedimientos para establecer un sistema de registro apropiado, e incluye una lista de verificación de los elementos que hay que tener en cuenta en esta actividad.

5.8.2. Género y salud en situaciones de emergencias

Como es sabido, los desastres afectan la salud de las mujeres, las niñas, los niños y los hombres de manera diferente; las mujeres, las niñas y los niños enfrentan a menudo una mayor dificultad para acceder a la asistencia o comunicar sus necesidades. De ahí que los servicios de salud deben tomar las medidas necesarias para asegurar y vigilar el acceso a la asistencia y protección de todos estos grupos y de sus necesidades específicas:

a. Evaluaciones conjuntas de las necesidades, con otros sectores de atención con el fin de utilizar los recursos de modo eficiente y mejorar la coordinación. La recolección de los datos debe incluir el desglose por sexo y se le debe aplicar un análisis de género.

b. Movilización y participación de la comunidad, para involucrarla desde el comienzo por medio de evaluaciones participativas que permitan un mejor acceso en el diseño de programas e intervenciones.

c. Prestación de servicios de salud, involucrando equitativamente a mujeres y hombres de la comunidad y al personal de salud, en el diseño y la gestión de la prestación de los servicios de salud, incluyendo la distribución de suministros, y asegurando la aplicación continua y coordinada de estrategias de prestación de servicios de salud que aborden las necesidades de salud de mujeres, niñas, niños y hombres. Por ejemplo:

  • Paquetes de servicios iniciales mínimos de acceso a servicios prioritarios de salud sexual y reproductiva desde los primeros días y semanas cuando se produce una situación de emergencia, y a servicios integrales de salud sexual y reproductiva, incluidos servicios relativos a la violencia por razón de género, cuando la situación se ha estabilizado.
  • Prevención de la violencia por razón de género, así como la respuesta a la misma, incluidos el tratamiento, la remisión y mecanismos de apoyo para sobrevivientes de violencia por razón de género.
  • Apoyo social y psicológico culturalmente apropiado para a mujeres, niñas, niños y hombres
  • Privacidad en las consultas, exámenes y atención médicos.
  • Cobertura de los métodos de control y prevención del VIH/SIDA, con particular atención a la respuesta a la violencia por razón de género y los riesgos para la salud de la mujer, como las infecciones de transmisión sexual (ITS).
  • Proveer botiquines y equipos médicos de emergencia para el parto seguro e higiénico y para la atención obstétrica de urgencia, así como toallas higiénicas para mujeres, preservativos femeninos y masculinos, kits de profilaxis postexposición (PPE) cuando fuere necesario, anticonceptivos de urgencia y pruebas de embarazo. Algunas agencias de la Naciones Unidas comoUNFPA y UNICEF suelen proveer este tipo de material en situaciones de desastre.
  • Despliegue de personal local de salud de sexo femenino y masculino.
  • Capacitación y movilización de parteras tradicionales, dependiendo del contexto.
  • Igualdad de remuneración, oportunidades de fortalecimiento de la capacidad y de capacitación en cuestiones relacionadas con la salud para mujeres y hombres en el sector la salud.