2.2. Socios multisectoriales

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2 2 socios multisectoriales

A menudo se ha dicho que minimizar el impacto de los desastres y las emergencias en la salud es un trabajo demasiado grande para el sector salud solamente. Alcanzar esta meta requiere el compromiso y el apoyo activo de muchas agencias, sectores e individuos diferentes. Requiere iniciativas conjuntas de entrenamiento envarias áreas que, a menudo, aún son nuevas para el sector salud. La inclusión de los socios multisectoriales tendrá el valor añadido de obtener la confianza de los profesionales no relacionados con la salud, que son críticos para lograr los objetivos del sector salud.

  • Ministerios de Finanzas y Planeación: los ministerios de Finanzas, Planeación y Desarrollo también han reconocido la importancia de la reducción del riesgo como parte esencial de un desarrollo sostenible. Con frecuencia reciben apoyo de las organizaciones multinacionales que han contribuido con la toma de conciencia sobre los asuntos por fuera del sector salud. Sin embargo, el asegurarse de que la toma de conciencia se convierta en acciones concretas, requiere de esfuerzos continuos para animar a los ministerios clave a integrar el manejo del riesgo en el trabajo diario del gobierno, en especial, para mejorar la inversión en las medidas de mitigación para infraestructuras esenciales, como los hospitales.
  • Ministerios de Relaciones Exteriores: es importante para el sector salud empeñarse en sostener un diálogo continuo con los ministerios de Relaciones Exteriores, en particular con respecto a los asuntos que tienen que ver con la ayuda internacional después de un desastre. Durante muchos años, en especial en América Latina y el Caribe, los ministerios de Relaciones Exteriores han jugado un papel importante de dos formas esenciales: antes de los desastres, su participación a nivel nacional para establecer las políticas y guías sobre la ayuda efectiva, ha contribuido a facilitar el movimiento de bienes y servicios en un país afectado por un desastre. El personal de los ministerios de Relaciones Exteriores que trabaja en los países donantes tradicionales, también ha desempeñado un papel decisivo en moldear la opinión pública sobre lo que constituye buenas donaciones. Esta asociación con el sector salud, la cual requiere una gran colaboración durante el tiempo sin desastres, es más importante que nunca, pues muchos más países en las Américas se están convirtiendo en donantes de ayuda humanitaria, en particular, entre regiones.
  • Policía, sistemas de defensa civil y fuerzas militares: estas agencias nacionales tienen un papel crítico que jugar, en especial en la respuesta rápida. Muchos también están adquiriendo un papel cada vez más importante en la preparación para enfrentar las emergencias. Por ejemplo, las fuerzas militares de EE.UU. auspician un ejercicio llamado FAHUM (Fuerzas Armadas Humanitarias). FAHUM es un ejercicio anual de entrenamiento de campo y comando para la ayuda después de un desastre, que se lleva a cabo anualmente y que involucra a las agencias militares y civiles en la región. Usualmente, el ejercicio se lleva a cabo antes del comienzo de la temporada de huracanes del Atlántico y facilita un ejercicio de repaso de la misión, que evalúa y mejora las capacidades de respuesta regional y nacional en Centroamérica y la cuenca del Caribe.Mire este breve video del ejercicio FAHUM de 2009. En muchas instancias en América Latina y el Caribe, la Defensa Civil es la agencia líder para las plataformas nacionales UNISDR, que se describen más adelante en la sección sobre las agencias de las Naciones Unidas.
  • Municipalidades y gobiernos locales: desde hace ya un tiempo, el sector salud de las Américas ha buscado incesantemente un proceso de descentralización, que cambie las responsabilidades y los recursos del nivel central al nivel departamental o municipal, siguiendo la creencia de que los recursos de la salud deben estar ubicados en las comunidades que los usan. Esta estrategia de descentralización ha permitido que las autoridades locales y los profesionales de la salud tomen decisiones fundamentales relacionadas con la salud individual y de la comunidad, y crear estrategias de preparación para los desastres y la reducción del riesgo en sus países.
  • Instituciones internacionales de financiación: el establecimiento de relaciones más estructuradas y sistemáticas con las principales IFI, que incluye el Banco Mundial y los Bancos de Desarrollo Regionales en América Latina y el Caribe (IADB, CDB, CAF, BCIE, etc.) mejora el trabajo técnico y de apoyo. La Instalaciones Mundiales para la Reducción del Riesgo y la Recuperación del Banco Mundial (World Bank's Global Facility for Disaster Reduction and RecoveryGFDRR)es la asociación de 35 países, el Secretariado ACP, la Comisión Europea, la Estrategia Internacional de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo y el Banco Mundial, que se comprometieron a ayudar a los países y regiones en desarrollo propensos a los desastres a reducir su vulnerabilidad ante los peligros naturales y adaptarse a los cambios climáticos. La GFDRR trabaja para orientar la reducción del riesgo de desastres en las estrategias y las inversiones de desarrollo nacional en las estrategias e inversiones nacionales para el desarrollo y, como parte de su mandato, la GFDRR promueve el conocimiento mundial y las buenas prácticas, apoyan las iniciativas para mejorar la cooperación mundial y regional, y promueve una mayor cooperación entre los países del sur en la reducción del riesgo de desastres.
  • Redes de medios de comunicación y reporteros: en las situaciones de emergencia y desastre, los medios pueden ser tanto consumidores como proveedores de información. Por lo tanto, es importante crear asociaciones entre los medios de comunicación y el sector salud durante tiempos de normalidad. El establecer con anterioridad asociaciones con los portavoces de los medios de comunicación, facilita involucrarlos cuando se presentan desastres y emergencias. Durante este periodo, son un socio crítico para facilitar la trasmisión de los mensajes que pueden generar la ayuda humanitaria apropiada, informar el comportamiento público y contribuir a reducir la pérdida de vidas en situaciones de desastre.
  • Universidades, bibliotecas, centros de información e investigación, etc.: ya existe una colaboración significativa con algunas instituciones y centros académicos. Esto es especialmente importante en el área del manejo de la información y la vigilancia de los brotes de enfermedades que conllevan a las crisis en salud. Las redes de información de salud, como el Centro Regional de Información de Desastres (CRID) de múltiples agencias y las instituciones que forman parte de la Red Centroamericana para la Información de Salud en los desastres (CANDHI por sus siglas en inglés)son esenciales en la recolección, organización y divulgación de este tipo de información.